viernes, 23 de enero de 2009

La persecución del placer

Desde mi escritorio contemplo el reiterativo movimiento de vehículos, pero, algo activa mi atención. En la vereda de en frente una pareja de mediana edad ingresa al hotel, casi de forma furtiva, sigilosa. Rememoro que todas las semanas, el mismo día y casi a la misma hora repiten este ritual reiterativo de la persecución del placer.Esta pequeña circunstancia visual me hace reflexionar que, tenga los ingredientes que fuere, la vida que uno vive es una vida reiterativa; por diferente, compleja o deseable que sea, es una vida de redundancia permanente-las mismas creencias desde la niñez a la muerte, los mismos rituales con la tradición que ello implica, una y otra vez. Esta la repetición del placer, tanto sexual como de alguna realización, de la posesión, del apego, todo lo cual por ser repetitivo ocasiona a la larga el deterioro del cerebro.Mientras exista la persecución del placer , con la carga de temor que trae consigo y que la humanidad no ha resuelto- lo ha rehuido, escapado de él, lo ha racionalizado, pero no obstante, el temor permanece, el cerebro habrá de deteriorarse.Si uno no comprende plenamente el significado del apego, jamás podrá descubrir la verdad del amor. ¿Acaso la base del apego no es el temor de quedarse solo, de estar aislado, el temor al vacío, la sensación de la propia insuficiencia interna?.Nos apegamos a la gente,a las ideas,a los simbolos o a los conceptos, porque pensamos que en ellos hay seguridad.¿Hay seguridad en alguna relación con otro?¿Hay seguridad -que realmente es la esencia del apego- en la esposa de uno, o en el marido? Y si uno busca la seguridad en la esposa, en el marido, etcétera, ¿qué es entonces lo que ocurre? Uno posee -legalmente o ilegalmente. Y donde hay posesión tiene que haber miedo a la pérdida -por lo tanto, hay celos, odio, divorcio y todas esas cosas.¿Es apego el amor? ¿Puede haber amor cuando hay apego? -con todas las implicaciones de esa palabra, que incluyen el miedo, los celos, la culpa, la irritación que conduce al odio-; todo eso está implícito cuando uno emplea la palabra 'apego'. ¿Puede, pues, haber amor si existe el apego? Estas son preguntas factuales, no teóricas. Estamos tratando con la vida de todos los días, no con alguna vida extraordinaria. Uno puede llegar muy lejos y muy profundamente si empieza muy cerca; vale decir, con uno mismo. Si uno no se comprende a sí mismo, no puede avanzar mucho. Estamos ahondando en problemas que son tremendamente importantes en la vida de cada uno de nosotros.

6 comentarios:

Cristy dijo...

Hola.....hace rato que no veìa blogs.....
tengo uno que puedes visitar....si quieres....obvio
Me gusto este escrito y lo voy a utilizar....permiso?!!
me gustó.... pues está abierta la pregunta ....y no te cierras a dar una certeza...
me activò
a pensar....
meditar y entregar ...
Saludos y gracias....

Julio Sergio Soria Alcalde dijo...

Gracias por tus palabras...me alegra que te haya servido, Cristy...y gracias por tu visita...

Anónimo dijo...

Hola Sergio, me tomé un tiempo antes de comenzar a trabajar, para ahondarme en tu blog como te lo prometí, y me quedé encantada con tus escritos, son muy profundos y me sentí por un momento inmersa en ellos como si fuera la protagonista de alguna de tus historias... me pareció un mundo fascinante en el cual da placer zambullirse...
Seguí escribiendo porque me pareces un ser maravilloso...
Besos... DANIELA

Julio Sergio Soria Alcalde dijo...

Gracias por tus palabras Daniela...eres muy amable...

Unknown dijo...

Hola Sergio, me gusto mucho el escrito, este y todos, me tome mi tiempo para leerlos, realmente dan para pensar muchas cosas que deberiamos tener mas en cuenta.
Un beso y gracias por escribir lindas cosas

Julio Sergio Soria Alcalde dijo...

Gracias a vos por visitarme Cledy y me alegra que te haya gustado su contenido. Un beso.