jueves, 18 de febrero de 2010

La satisfacción

Sentado en mi escritorio dentro del horario laboral, mientras las gotas cristalinas de la lluvia tocaban un arpegio unísono en las baldosas de la vereda, soy testigo mudo e involuntario de un acto de honestidad. Una mujer rauda hacia sonar sus acompasados tacos en la vereda de enfrente, cuando en un movimiento brusco deja caer su billetera al intentar acallar el angustiante sonido de su celular que reclamaba atención. Un caballero, tambien presuroso, recogió la billetera devolviendosela a su dueña; quién turbada ante la llamada inoportuna y el incidente sorpresivo logró musitar un poco audible gracias. El caballero sonrió con una gran satisfacción y continúo su camino. Reflexiono que cuando yo hago algo para otros me siento mas satisfecho. Veo que al estar interesado en uno mismo no es satisfactorio, pero trabajar en una escuela o ayudar a otro es mas satisfactorio que pensar en uno mismo, lo cual no satisface tanto. Pero ¿cuál es la diferencia? Uno desea satisfacción, lo cuál es interés egocentrico. Si uno busca satisfacción en ayudar a otros y eso me brinda una satisfacción más grande, sigo interesado en aquello que me ofrece mayores satisfacciones. Deseamos libertad porque eso es mucho más satisfactorio, y el vivir una pequeña vida mezquina no satisface tanto. ¿Por qué tener entonces esta doble forma de pensar?¿Por qué decir que lo uno es satisfactorio y lo otro no lo es?¿Por qué no decir que lo que quiero es realmente satisfacción, sea en el sexo, en la libertad, en ayudar a otros, en llegar a ser un gran santo, o un político, o un ingeniero, o un abogado? Es todo el mismo proceso. Satisfacción de multiples manera, tantos obvias como sutiles; eso es lo que deseamos . Cuando decimos que queremos libertad, la queremos porque pensamos que tal vez ella sea tremendamente satisfactoria, y la satisfacción primordial es, por supuesto, esta peculiar idea de autorrealización. Podemos cometer el error de pensar que debemos librarnos de la satisfacción, pero librarse de ella no es libertad. La libertad es algo por completo diferente; no es una cosa para ser obtenido de algo. Si yo me deshago o me libro de la satisfacción, me estoy librando de ella porque busco una satisfacción mucho más grande. ¿Por qué no investigar entonces este deseo de satisfacción?, no decirnos que no deberiamos tenerla; eso es tan solo un concepto, una fórmula, y, en consecuencia, hay contradicción y, por lo tanto, conflicto. Tomemos, pues, esta sola cosa: la mayoria de nosotros necesita, desea, busca, anhela satisfacción. ¿Correcto?¿Por qué buscamos satisfacción?¿Que es la satisfacción?A todos nos satisface comer, si disponemos de una buena comida porque uno esta hambriento y es bueno librarse de esa sensación de vacio.Elevemonos un poco más hasta el sexo. Resulta muy satisfactorio tener una posición desde la cual uno puede dominar a otros. Uno se siente poderoso ¿no?, siente que esta en posición de ordenar a otros para que hagan cosas, y eso es altamente satisfactorio. Uno busca diferentes modos de hallar gratificación, por medio de la comida, del sexo, de la posición, de cultivar diversas virtudes, etc. ¿Por qué? Puedo comprender que cuando necesito alimento me sienta gratificado al comerlo ¿pero por qué moverse hacia otro nivel en procura de satisfacción? ¿Y existe tal cosa? Me siento satisfecho cuando como y deseo una variedad de alimentos; y si tengo dinero y apetito suficientes, me los procuro. También deseo una buena posición en la sociedad, una posición respetable, lo cual es muy gratificante porque entonces estoy seguro, con una gran casa, un policía en la puerta y todas esas cosas. Después de eso, quiero más: una casa más grande y otros dos policias, etc. Ahora bien, ¿qué es este anhelo de gratificación? Este anhelo ¿qué es? Tengo anhelo de alimento y lo como, si es que puedo conseguirlo. Pero el anhelo de posición... Tomemos esta sola cosa. La mayoría de nosotros desea posición: ser el mejor ingeniero, el mejor abogado, el presidente de alguna sociedad, esto o aquello. ¿Por qué? Aparte del dinero que eso procura, aparte de la comodidad ¿por qué este anhelo? ¿Será porque quiero demostrar a otros lo que soy capaz de realizar?¡Lo cual implica hacer que nuestros semejantes se sientan envidiosos!¿Es eso?Porque sencillamente si no tuvieramos dicha posición seriamos nadie.Despojemos al Papa de sus vestiduras, o al sannyasi de su «tamasha» y serían nadie. ¿Es eso? ¿Estamos, pues, temerosos de ser nadie y por eso queremos posición? ¿Ser considerados un gran erudito, un filósofo, un maestro? Si usted se encuentra en esa posición, ello es muy gratificante: tener su nombre impreso en los diarios y la gente que acude a usted, etcétera. ¿Es la razón por la cual hacemos todo esto? O sea, que en lo interno somos tan sólo gente común que sufre, gente con conflictos, peleas familiares, amargura, ansiedad, y el miedo que está ahí permanentemente. Y disfrutar de una posición externa en la cual soy mirado como un ciudadano tremendamente respetable, es muy satisfactorio. ¿Verdad? Yo pregunto: «¿Por qué deseo esta posición externa?» Y la respuesta es: «La quiero porque en mi vida diaria soy sólo un triste e insignificante ser humano». ¿Correcto? ¿Es así? Uno descubre que desea una posición, y que ésta resulta gratificante porque internamente uno es... sólo un vulgar hombrecito. Pero tener un policía en la puerta me otorga tremenda importancia;éste es el hecho: internamente soy una triste pequeña entidad con toda clase de dogmas, creencias en Dios, rituales y todo eso; por dentro soy un torbellino de males y miserias, ¡y afuera quiero un policía en la puerta!.

4 comentarios:

analia dijo...

Sergio:muy interesante texto arumentativo,la generalidad hace a las reglas y las excepciones las rompen,veo en tus escritos el anhelo a buscar lo intangible de lo tangible,espero que logres hallar esa punta de lanza que produzca un quiebre en la mentalidad de las personas que los leen.Tienes la capacidad y el talento para lograrlo que el tiempo lo complementara con tu vision.Exitos.Gracias por invitarme.

Julio Sergio Soria Alcalde dijo...

Gracias por tus palabras y tu visita Analia. Estaremos en contacto.

Anónimo dijo...

Se parece mucho a J. Krishnamurti, ¿no?

No estaría de más indicar la fuente

Julio Sergio Soria Alcalde dijo...

...los parecidos son muchos a través de la historia de la humanidad. La fuente es universal. La verdad es una. Lo esencial es la llama y no el pabilo. Gracias por tu visita.